martes, 7 de noviembre de 2006

Carta a mis amigos en un momento de mi vida en el que no podía caer más bajo.





Dice la rola de Molotov: "De ir en la vida en la pura subida, ahora en picada y de pura bajada. Quien piense que no llueve sobre mojado, aliviáname, ñor, que aquí truena sobre empapado."

Si he de ubicar el momento preciso, diría que fue aquél en que me despertó Petra, tanto la odié que tuve que ponerle nombre, en realidad no fue ella quien me despertó sino el dolor que me provocaba en el riñón. De ahí para acá vinieron la pérdida de mi carro para pagar lo que me costó sacar a Petra de mi vida, y una serie de decisiones atrevidas de las que no me arrepiento pero pienso arrepentirme algún día: dejé chamba y grupo de rock, y abrí tienda; ya saben los detalles. Y la rola sigue: "Duermo en el lodo, antes tenía una cama, tenía edredón, ahora tapa de caja...". Se me ocurrió inventar un dicho que, si antes nadie lo ha dicho, diga: "Toda montaña comienza siendo cuesta", pues ya casi es marzo y la cuesta de enero se está convirtiendo en montaña. Tuve que dejar mi departamento y regresar a casa de mis papás; me siento como en casa pero ya me quiero ir. El carro, que ya no es mío pero lo traigo yo, fue visitado por uno de esos a quienes llaman cristaleros, que se dio a la tarea de romper un cristal, tomar estéreo, carpetas como con 3 mil pesos en discos, caja de herramientas, gato y extintor para llevárselos quién sabe a dónde, lo malo es que cuando yo llegué ya se había ido y no le pude preguntar. Tres semanas después regresó por los espejos laterales que se le habían olvidado, pero igual llevaba prisa y ni saludó ni se despidió, vamos, ni cuenta me di de que había venido. El disco de Molotov iba en las dichosas carpetas pero recuerdo bien que la rola sigue diciendo: "...estaba usando a mi perro de almohada y me topé unas tortillas y no queda perro nada." La Cañitas se zampó un par de veces los cables de la bomba de agua, la manguera de plástico, un gancho de ropa, y ayer, el cable de Cablevisión. Mis papás ya andan calculando cuántos kilos de tortillas se irán a necesitar, cumplo años en un mes, y no me hagan mucho caso pero creo que la perra ya está en engorda. Espero poder irme y llevármela de aquí antes, pero como van las cosas quizá para entonces también a mí se me antojen unos tacos.

Coro:

"No comeremos mañana ni hoy, honey, nos comeremos aquí entre los dos, nena".(Se repite)

Las cosas con Talia van bien aunque nuestra intimidad se ha visto mermada; he buscado algunas soluciones: "Con las proteínas de una caguama logré levantarme para pedir chamba..." y fui con la cola entre las patas a PCTV a ver si tenían trabajo para este pobre hombre, y no, no tuvieron: "Quizá en marzo", dijeron, pero yo escuché, "No mames, después de que te fuiste como la chacha y nos dejaste colgadas con un programa, ¿vienes a pedir trabajo?" Yo fingí no escuchar lo que escuché y en marzo me hago el aparecido de nuevo. La rola se acerca a su fin: "...salí a la calle a ver quién me aliviana y aquí estoy de rebote gracias a un cerdo con su macana”. El cerdo no tenía macana sino un balde con agua puerca, un trapeador y un borrachazo que le hinchaba la cara, pero esto es historia larga y en otra ocasión les platicaré sobre “la visita a la vecindad de Germaín” (léase esto último con voz tétrica y profunda).

“Six months now sin comida ni chamba...”. Han pasado más de 8 meses desde que Petra se presentó en mi vida y se acerca el noveno mes, mes de parto. No me importa que sea doloroso mientras que el recién nacido traiga baúl y torta para él y para mí.
Esta rola es la que más me gusta del disco. Al principio me prendía mucho, pero ahora me emociona a tal grado que al escucharla me dan ganas de llorar: “...vendí tanto mi alma que no vale nada, quisiera rentarla pero ya no aguanta así que echan paja, bajan, Tito el roto ya no la levanta”.

Coro.