miércoles, 11 de noviembre de 2015

Mis monstruos



Ya hace al rededor de tres lustros que liberé a mis monstruos. La mayoría se desvaneció con tan sólo salir, hubo los que ni siquiera se animaron, y arrinconados en la oscuridad, fueron empequeñeciéndose hasta desaparecer.





 Otros siguen sueltos y libres. He aprendido a convivir con ellos, a rechazarlos o abrazarlos, algunos hasta los domestiqué.









 Pero varios me causaron tanto terror que volví a encerrarlos, y para asegurarme de que  nunca intenten escapar, los alimento y los procuro.