viernes, 4 de julio de 2014
Distorisión
Se acomodó encima de mí para hacerme el amor. Comenzó a moverse con más intensidad y yo me eché a reír.
– ¿Qué?–, me preguntó en un tono que sonó a “¿Te parezco graciosa? ¿De qué te ríes?”.
“No tengo idea”, pensé.
–Es que te mueves de forma increíble–, le respondí.
Al parecer satisfecha con mi respuesta, siguió con lo suyo.
Y en mi recuerdo, distorsionado por el largo tiempo que ha pasado desde aquel día, yo veía mucha gente hacinada en la puerta de la habitación, riéndose de nosotros y esperando su turno para entrar.
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