martes, 17 de febrero de 2009

Fraude mágico

Le presté mi billete de veinte, mismo que desapareció en sus manos. Unos cuantos pases mágicos acompañados de las tradicionales palabras incoherentes, y ante mis ojos asombrados apareció un billete de cincuenta donde debía estar el de veinte. Me lo entregó y siguió su camino muy contento; yo me quedé ahí parado, mirando el billete. Verifiqué su autenticidad y comencé a preguntarme dónde estaría el truco; me di por vencido, no lo pude descubrir. Saqué la cartera para guardar mi nuevo billete de cincuenta y al abrirla encontré el de veinte donde debía estar uno de cien.

2 comentarios:

  1. Andele!
    siga prestando sus billetes!
    hehe :D
    muy imaginativo usted señor
    lo que tienes acá me gustó aún más que lo de MySpace, es reposado, accesible, buena onda (Y)
    oookei, so, te leeré seguido.
    C:

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  2. El pesimista: Me aplicó un truco y me chingó 50 pesos.
    El optimista: Pagué apenas 50 pesos por experimentar magia real.

    Me quedé con ganas de leer más. Que busque a ese mago malandrín y le exija explicación.

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